Día 5: Pañolenci
—Estamos acabados, cariño. Ya no nos queda nada en común. Vivimos en dos mundos diferentes porque lo que yo necesito es movimiento, gente, mundo y emoción mientras que tú estás todo el puto día tirado en ese maldito sofá como un triste muñeco de pañolenci.
—¿Como un muñeco de qué?
by Shordi
Los gorros de pañolenci inundaban las calles. Los militares se abrían paso a porrazos, sin piedad. Pero había un murmullo innegable de fondo, no pasarán
by Rommond
UNA CHAVETA EN EL VIENTRE DE DON PEDRO
—Siempre fue de terno y sombrerito, como pituco, pero era sólo de boites y chongos. ¿Lo ve?, ¡ahí está!, junto al jato de Manolín. Por las deudas lo quebraron.
—…
—Sí, no se asuste. Si se fija, bajo el sombrero, está la sombra.
by Grandamakulo
Con el arma empuñada firmemente, chaleco negro de pañolenci, camisa blanca bien planchada, se deslizó silenciosamente tras la figura que le daba la espalda.
En un rápido movimiento, el niño clavó el tenedor en la croqueta y escapó con ella, esquivando, con risa triunfante, el manotazo de su sorprendida madre.
by Dama Negra
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