Día 3: Binguí
Levantó la taza llena de binguí verde y recitó con voz pastosa:
—Agua de las verdes matas, tu me tumbas, tu me matas, tu me haces andar a gatas.
Satisfecho de sí mismo, sucio y ajado, la apuró hasta el fondo.
—No, cabrón —contesté—, te mato yo.
Y empecé balacera.
by Shordi
UN LICOR SUPERIOR
—¡Fráter, yo no he sido!
—¡Ay, Gonzalito! No mientas. —Ambos, hermano boticario y novicio, en el claustro de adobe jalbegado, se ahocican a una pequeña orza vidriada con el nivel de líquido sospechosamente bajo.
Interviene el prior:
—Ezdimadoz guermanos, no dizgutaiz. Segluro que hay una egblicación lóguica.
by Grandamakulo
-Estás haciendo trampas compadre.
Su sudor eufórico se tornó frío.
-No es verdad. Dijo con voz débil.
El oponente le arrancó de la mano sus cartas marcadas y se las enseñó a todos en aquel local que apestaba a tabaco rancio. Acto seguido, con una expresión en su cara de locura irrepetible, pegó un machetazo a la mano izquierda del tramposo.
Levantó un vaso sucio de binguí y casi como un aullido dijo: viva México cabrones!
by Rommond
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